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El Parque Güell es un
parque público con jardines y elementos arquitectónicos en la ciudad española
de Barcelona. Fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del
modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. El Parque completo
se construyó entre los años 1900 y 1914. Abrió al público en 1926, y hasta la
actualidad permanece Lugar Patrimonio de la Humanidad según la Unesco, desde
1984.
Uno de los iconos más conocidos y por ello más
explotados comercialmente del arquitecto catalán es la salamandra situada en la
escalinata de acceso al parque.
En la obra de Gaudí en cuestión no se ve ningún
dragón. Eso es seguro. El dragón se encuentra representado en la puerta de
entrada de los Pabellones Güell de Pedralbes realizada con el forjador Joan
Oñós, uno de sus colaboradores habituales en esa época. Se concluye que lo
estudiado es, en verdad, una salamandra, y que sea un dragón o serpiente alada
no es opción.
Reconocer que
inequívocamente se trata de una salamandra, nos llevaría rápidamente a
preguntarnos por su simbolismo, lo cual nos acercaría a una de las palabras
malditas -para estos señores- cuando hablamos de Gaudí: Alquimia. Palabra que,
junto a muchas otras, tratan desesperadamente de mantener a toda costa lejos
del nombre del arquitecto, a pesar de las múltiples y abrumadoras evidencias en
sentido contrario.
La escalinata está ubicada entre muros almenados, y
tiene tres tramos de once escalones y uno de doce. En su zona central alberga
tres fuentes con conjuntos escultóricos, que representan los países catalanes:
Cataluña norte, francesa, y Cataluña sur, española. En la tercera fuente, se
encuentra la salamandra representante de la ciudad de Nimes, en la que crió Güell; sobre esta figura hay
una pequeña construcción en forma de trípode, en alusión al utilizado por la
pitonisa de Delfos. En el último tramo de la escalinata se sitúa un banco en
forma de odeón, situado de forma que le da el sol durante el invierno y la
sombra durante el verano.
· Análisis:
o
La obra mantiene un balance
distinguido; lleva un equilibrio elemental entendible, comprensible por un
público genérico y logra una alineación geográfica (la escalinata, su
salamandra y otras dos fuentes)simétrica y radial; espejeando un lateral al
otro, y apuntando ambas direcciones hacia el equilibrio elemental dado en el
puno central visto en la base de la escalinata. Crea poco énfasis visto
exclusivamente en la atención que atrae la salamandra por sus colores y pose
descansada y fluyente bajo el pabellón central de la alargada escalinata. Se
logra una tremenda armonía; los elementos similares visto a lo largo de la
escalinata y en los elementos que comprende dan la impresión de orden. De ambos
lados de la escalinata, de la salamandra, y de las otras dos fuentes, Gaudí usa
unos pocos elementos para mostrar las semejanzas laterales; se repiten algunos
elementos o se hacen en ellos cambios sutiles o graduales para lograr una
sencilla sensación de orden. Existe gran variedad elemental dado a que se
combinan colores, texturas, materiales, plantas y diseños fontanales distintos
para crear relaciones complejas y con chiste dentro de la atmósfera cercana de
la escalinata. Se combinan elementos diferentes sin destruir la unidad del
diseño. Existe una graduación elemental proporcionada principalmente por la
indentación del terreno y su construcción ascendiente/descendiente gradual.
Existe un movimiento nulo; no se ve movimiento mas que en las funciones físicas
del agua de las fuentes de la escalinata, pero no se observa que ninguno de sus
componentes haya sido diseñado para aparentar movimiento. El único ritmo que
existe es visto en la repetición de los escalones para formar la escalinata y
no un simple pasoalto, y en el tema fontanal recurrente tres veces. La proporción
es válida dado a que los componentes de la escalinata comprenden tamaños y
longitudes normales, coordinadas, e inter relacionadas.
·
Interpretación:
o
El mensaje personal de la
obra que puedo interpretar como juez y crítico es uno de equilibrio, revolución
artística y arquitectónica vista en la autenticidad del estilo de Gaudí
presente en el diseño de una de sus entradas al Park Güell. Aprecio y disfruto
el arreglo natural y su interacción con el diseño arquitectónico, y me gustan
los colores empleados en la salamandra, los barandales de la escalinata, y las
orillas de las otras dos fuentecitas.
·
Juicio:
o
¿Es la obra estéticamente
valiosa?
Sí. Logra un imitacionalismo básico de la anatomía de
una salamandra, y logra un buen juicio imitacionalista en el diseño de su
escalinata. La arquitectura general, junto con sus adornos también logran un
buen juicio formalista, dado a que son elegantes y juiciosos. Solo es
emocionalista dependiendo en el crítico u observador. En lo personal me evoca
un buen juicio emocionalista porque reconozco y sé apreciar el estilo de Gaudí,
aunque no sea el caso con todos los demás visitantes.
La obra sí es estéticamente valiosa.
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