lunes, 21 de abril de 2014
La última cena
La obra de “La última cena” elaborada por Leonardo da Vinci un artista extremadamente reconocido mundialmente es una obra en la cual se muestra a trece hombres sentados en una mesa en la cual están comiendo y parece que están discutiendo algo. La mayoría de los hombres que se pueden ver tienen el pelo largo, en esa época era muy común que los hombres tuvieran el pelo así. Se representa con colores muy opacos, como es el café en las puertas, azul en las túnicas que llevan puestas, blanco que es la mesa, pared entre otros. En la obra se encuentra un balance neutral ya que no hacen enfoque alguno en algún elemento, solo ponen en el centro a un hombre en específico pero no hacen nada para que este
sobresalga de la obra. Se muestra un poco de movimiento por cómo están los hombres, que están como que señalando o observando. Se muestra una repetición en el hecho de que se encuentran los mismos personajes, en este caso muchos hombres. Una vez que analizas la obra y ves que es lo que representa la obra te das cuenta que es Jesús con sus doce apóstoles cuando él les estaba diciendo que predicaran el evangelio y les estaba diciendo que tomaran el pan y el vino que representan su cuerpo y su sangre. Los apóstoles fueron escogidos por Dios para que ellos se encargaran de hacer en la tierra todo lo que Dios no iba a hacer. La obra por el hecho de haber sido elaborada por uno de los pintores más reconocidos en esa época y que se sigue reconociendo, ya es valiosa. Si al verlo más a detalle te puedes dar cuenta de por qué es más valiosa, lo que encuentras es que usa una imitación bastante real ya que esa escena en verdad paso y casi justo así, no es algo que el haya inventado si no que el solo la represento por medio de la obra.
Basílica de Santa Maria del Fiore
En la antigua ciudad Italiana de Florencia existen miles de obras artísticas, pictóricas, escultóricas, y arquitectónicas que representan en su totalidad la época patrona de la ciudad: El Renacimiento. Entre las muchas obras de arte en la ciudad, incluyendo el Ponte Vecchio, el Battistero de San Giovanni, los Jardínes de Boboli y la Piazzale Michelangelo, se encuentra la magestuosísima Basílica de Santa Maria del Fiore, también conocida como la catedral de Florencia. Su nombre se traduce como “Santa María de la Flor” se refiere al lirio símbolo representativo de la ciudad de Florencia, que se solía llamar Fiorenza. La obra arquitectónica es una de las obras maestras del arte gótico y del primer Renacimiento italiano. Permanece intacta mas que por los años, como símbolo de la riqueza y del poder de la capital toscana durante los siglos XIII y XIV y como Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en el Centro histórico de Florencia desde 1982. Reconocida internacionalmente por el arte fresco en su interior y por su gigante cúpula del arquitecto, escultor, orfebre renacentista italiano, creador de la perspectiva cónica Filippo Brunelleschi, una estructura isostática de 100 metros de altura en el interior; 114,5 metros de altura en el exterior, construída casi un siglo después de la finalización de la catedral misma, dado a que ningún otro arquitesto italiano lograba plasmar un diseño eficiente de un techo o una cúpula. La decoración interior de la cúpula corrió de la mano de Giorgio Vasari y Federico Zuccari. Las distintas escenas fueron pintadas entre 1568 y 1579 y representan el Juicio Final bíblico. Personalmente, es una de las pinturas más sobrecogedoras que hemos visto en el transcurso del curso de Literatura Clásica Comparada y Apreciación del Arte. Junto con la cúpula, que fue el mayor reto en la vida del arquitecto florentino que le llevó catorce años, acompañan a la catedral el campanario de 82 m de altura del Giotto, y el baptisterio de San Juan. El conjunto, formado por la iglesia, el campanario y el Baptisterio de San Juan, en el centro de la ciudad, constituye una de las joyas artísticas y arquitectónicas de Florencia.
Cabeza Colosal
Para la visita cultural de este parcial, fuimos al Planetario Alfa este pasado 19 de Abril. Una de las esculturas que mas nos llamo la atención fue la Cabeza Colosal; creada al rededor del 1500 al 1200 A.C. en San Lorenzo, Veracruz. Esta escultura perteneciente a la cultura Olmeca, fu tallada a mano en piedra basáltica y supone representar a un Dios o personaje politico/religioso de la época.
La Cabeza Colosal, es una escultura de una cabeza tallada a piedra. El rostro en la obra parece estar un poco distorsionado, con los ojos y las orillas de la boca en dirección hacia abajo, nariz chata y ancha, con una diadema o corona en la parte superior de la cabeza.
La obra presenta un balance asimétrico, puesto que el lado izquierdo parece tener elementos mas grandes que el lado contrario. El énfasis se encuentra en la nariz, ubicada en el centro; a pesar de eso se nota la armonía en la cara del hombre tallado en la estatua. Cada uno de los elementos: los ojos, los labios, etc. están en la proporción perfecta para representar el rostro de un ser humano.
Personalmente pienso que el artista o los artistas, buscaban dar a conocer a las futuras generaciones nuestros antepasados. O en todo caso, dejar plasmada la imagen de el hombre de esa época.
Esta obra de la cultura Olmeca es estéticamente valiosa, según las teorías del imitacionalismo y formalismo. Puesto que es una representación realista del hombre y respeta los principios del arte
Suscribirse a:
Entradas (Atom)